Reseña - Ella es tan dulce - Susan Elizabeth Phillips

Título: Ella es tan dulce (Ain't she sweet?)

Autor: Susan Elizabeth Phillips

Género: Novela romántica

Editorial: Ediciones B 

Fecha de publicación en España: 2005

Número de páginas: 368

Sugar Beth, la rica y guapa jovencita que dejó varios corazones destrozados en su pueblo natal, ha regresado. Está desesperada y arruinada, pero decidida a que no se note. Han pasado quince años, y ha aprendido unas cuantas lecciones. Ahora vuelve a casa... sin dinero, desesperada y demasiado orgullosa para permitir que su entorno lo descubra. Los habitantes de Parrish no creen en el perdón y el olvido, y esas amistades arruinadas del pasado están dispuestas a infligir a Sugar Beth la peor de las venganzas...

Por fin me animo a leer esta novela, a la cual le tenía muchísimas ganas pero que, por razones desconocidas, no había leído todavía.

La verdad es que me he llevado una grata sorpresa con la historia ya que, aunque conocía la pluma de la autora en Besar a un ángel, no había vuelto a leer nada de la tan conocida SEP. 

Esta autora siempre me sorprende creando unos personajes muy buenos, con sus defectos y virtudes. Además, sus historias están cargadas de sentimiento y, por lo que veo, nunca se olvida del toque cómico.

En Ella es tan dulce nos encontramos con una protagonista, Sugar Beth, que tiene que regresar a su pueblo natal con una mano delante y otra detrás para encontrar algo muy preciado que le sacará de la ruina en la que se ve inmersa tras una vida muy irregular. 

El problema que se le plantea a Sugar es que, quince años antes, era el diablo personificado. Se había criado en una de las familias más acomodadas del pueblo bajo la tutela de una madre muy permisiva y poderosa que le ayudaba a ocultar todas las putadas que le hacía a los vecinos y eso le había creado más de un enemigo.  

En un principio, se nos muestra una Sugar Beth cruel y malcriada que hacía todo lo necesario para poder alcanzar la meta de sus objetivos. En ese sentido, en la tenacidad, nada ha cambiado en la Sugar Beth de quince años después, pero sí que lo ha hecho en el modo en que hace las cosas. 

Tras una vida muy dura, en la que se ha casado tres veces e incluso ha sido alcohólica, vuelve a Parrish con la intención de encontrar un cuadro que le ha dejado en herencia su tía  y que le ayudará a conseguir el dinero que tanto necesita para vivir. El problema es que, tras la muerte de sus padres, la casa donde se crió ha pasado a manos de Colin, su antiguo profesor de literatura, y al cual ella consiguió echar del instituto. Por lo que, podréis entender, éste no la estará esperando con los brazos abiertos. 

Después de intentar encontrar trabajo en el pueblo para poder mantenerse durante el tiempo que pase en la búsqueda y captura de su tesoro y de fracasar estrepitosamente por todo el odio que sus vecinos le profesan, tiene que aceptar la única oferta existente: ser el ama de llaves de Colin.

Durante este proceso, Sugar Beth tendrá que vérselas con todos aquellos a los que hizo daño y pagará muy caro por todo ello. Pero también, les mostrará que ha cambiado y que ya no es la niñata insolente que abandonó el pueblo años atrás.

El personaje de Sugar Beth me parece genial. Me cuesta mucho imaginarme a la nueva Sugar siendo como se describe y la describen que era años atrás. La verdad es que es un personaje muy irónico, fuerte y divertido pero con un sentido de la superación excelente y mucho más buena de lo que ella quiere dejar ver.

El personaje de Colin al principio me parecía un poco cabrón. Él es un escritor de 37 años, británico, y con aire estirado que todos sus ex alumnos han integrado dentro del grupo. Como persona, en un principio, me parecía un poco déspota y resentido pero según fueron pasando las páginas también le cogí cariño. 

Winnie también es otro personaje del que, en un principio, no sabía bien qué opinar. Su imagen de esposa, madre y mujer perfecta me parecía muy falso y sabía que tenía que salir por algún sitio esa maldad que todos tenemos. Aunque fuera solo un poco de mala leche. 

Me gusta mucho el estilo de la autora porque escribe historias cargadas de enseñanza, con escenas cotidianas y relaciones de hoy en día. Además, como ya he dicho, sus personajes son muy reales y están llenos de contradicciones como las de cualquier otro ser humano. 

Es cierto, no voy a mentir, que el principio del libro se me hizo un pelín lento. Pero, poco a poco, se fueron desarrollando todas las escenas oportunas para que el resultado final fuera muy bueno.

No sé si habréis leído alguna otra novela de la autora. Creo que Besar a un ángel me gustó un poco más, pero quizás fue porque era la novedad. De cualquier forma, os lo recomiendo mucho si os gusta la novela romántica contemporánea.

7.5/10

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Un besiiiiiito :)